La historia del brujo
La historia de Gul’dan comienza en Draenor, el planeta originario de los orcos. Allí moraba el clan Sombraluna que, bajo la guía de Ner’zhul, el chamán orco, agrupaba a los más espirituales de su raza. Este fue el mentor de Gul’dan y le enseñó, en su juventud, a dominar los elementos. El discípulo aventajado, hábil e inteligente, pronto abrazó el chamanismo.
Su
sed de poder creció tras conocer a Kil’jaeden, el señor demoníaco. Le
prometió un poder inconmensurable y el dominio de la magia vil por medio
de la brujería si le juraba fidelidad y ocupaba el lugar de su mentor.
Sin embargo, Gul’dan pagaría un precio terrible por su poder. Sus actos
condenarían a los orcos, sometiéndolos a la voluntad de la Legión
Ardiente. Gul’dan aceptó las condiciones de Kil’jaeden sin vacilar y, al
cabo de un tiempo, sometió a sus enemigos y su mundo.
El
brujo condujo a su horda a Azeroth, con ayuda del hechicero Medivh y
del Portal Oscuro que conectaba ambos mundos. Los orcos, sedientos de
sangre, azotaron los Reinos del Este y conquistaron sus tierras,
mientras Gul’dan aguardaba la ocasión de reclamar para sí todo el poder.
Su
ambición, no obstante, sería su ruina: no estaba dispuesto a detenerse
ante nada en su ascenso a la divinidad. El brujo se dispuso a encontrar
un artefacto mágico de gran poder: el Ojo de Sargeras, el titán caído,
creador de la Legión Ardiente. El preciado botín se encontraba en su
tumba, cuya ubicación precisa, en el fondo del Mare Magnum, había caído
hacía largo tiempo en el olvido. Aun cuando Gul’dan logró descubrir al
fin el lugar de su reposo, no estaba en absoluto preparado para lo que
albergaba. En lugar de desentrañar el Ojo, Gul’dan y sus lacayos cayeron
en las garras de los demonios que moraban en la tumba, atraídos por la
magia oscura que emanaban sus restos. Así, en esos últimos instantes,
Gul’dan se percató de que no había sido más que un peón en manos de
Sargeras.
En
Hearthstone podéis dominar la magia vil de Gul’dan con el héroe brujo.
Su poder de héroe, Transfusión de vida, sacrifica una pequeña parte de
la propia vida para robar cartas. Los demonios de la Legión Ardiente
responderán a la llamada del brujo y atacarán a vuestro rival cuando
menos lo espere. No obstante, los demonios no prestan su poder
libremente. ¡Tenedlo en cuenta! Si Gul’dan se enfrenta a demasiados
esbirros, podrá invocar el devastador poder de Vacío Abisal para
arrojarlos al Abismo.
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